Cada vez que alguien cumple años, es tradición por estos lares cantarle una canción como aquella que compuso Santos Domínguez hace más de 40 años y que dice ‘que se oiga hasta el Piraí’, sin embargo una de las principales fuentes de inspiración para poetas y músicos, podría secarse.
¿Cómo se escucharía la canción 'El Aguilillo' si lo hubieran visto con una cunumi en las playas del río Grande o del río Surutú, o en la canción “novia Santa Cruz” si en vez de ir bailando hacia el Piraí, fueran hacia el río Yapacaní. Tal vez la historia de Santa Cruz de la Sierra, como la música, tenga que sufrir algunos arreglos si llegase a desaparecer aquel emblemático río.
Desde finales de los años 70 la cuenca del río Piraí ha empezado a sufrir una gran cantidad de cambios
Principalmente generados por las actividades humanas, que ponen en riesgo el curso normal del río, cuatro son los problemas – entre ellos los asentamientos – que observan diversos especialistas, que causan la reducción del caudal en el río Piraí.
“La ausencia en la planificación de los asentamientos es uno de los grandes problemas, el mal aprovechamiento del recurso hídrico – agua – y el aprovechamiento de los áridos, además del cambio climático, son los principales problemas” apuntó Juan Gutierrez, experto en manejo de cuencas y consultor del Servicio de Encauzamiento y Regularización de las Aguas del Río Piraí, SEARPI.
Una cronología acerca de la intervención física en la cuenca del río Piraí, realizada por el SEARPI muestra que hasta 1980 la cuencase encontraba en un equilibrio gracias a que aproximadamente el
70% de la superficie de los suelos, mantenía una cobertura forestal de protección, posteriormente hacia el año 2000 este periodo se caracteriza por masivos asentamientos en la región de las cuencas, se comienza a perder la cobertura forestal y a modificar los usos potenciales de los suelos, degradando el medio ambiente como hasta ahora ha venido sucediendo, explica Gutiérrez.
Debido a este deterioro de la cuenca es que el río Piraí corre el peligro de convertirse en un río intermitente, es decir, desaparece en la época seca y solo está presente en la época lluviosa, “los extremos se están dando, en la época de
lluvia llueve mucho, y en la época seca no llueve nada años atrás había una pequeña lluvia en época seca y la situación mejoraba, pero lo que más preocupa es que en época seca los caudales cada vez son menos, esto se ha dado en muchísimas quebradas en la cuenca del río Piraí y en otras cuencas también” sostiene Gutiérrez, al mencionar que un caso semejante se da en Portachuelo, donde los meses de agosto y septiembre no tienen flujo superficial de agua – puente Eisenhower –, solo existe un flujo subterráneo, causando problemas a los habitantes del lugar, la fauna y la flora.
El Aprovechamiento de los áridos
Se desconoce la totalidad de dragas que existen y que están operando en el río Piraí, lo que sí se sabe es que realizan una aprovechamiento selectivo en el río, según Gutiérrez, los dragueros solo sacan el material que pueden comercializar – arena, arenilla, grava, ripio – y dejan adyacente a su excavación el material limoso que no pueden vender, material que por su composición forma dunas en el río que desvían el cauce hacia las orillas en donde el agua empieza a socavar el suelo, tumbar arboles, casas y arrasar con todo aquello que esté a su paso, provocando un ensanchamiento del río y una mayor pérdida de agua.
LEY 3425
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